sábado, 26 de agosto de 2006

Contradicciones

Vivo en un mundo de contradicciones, tan irónico como el mismo. Voy caminando sin rumbo, buscando mí destino, acelero mis pasos para llegar más aprisa a ningún lugar.

Afuera me esperan las calles vacías, llenas de gente, gente vacía por dentro, gente que solo desea encontrar el amor, el prestigio, la superación… pero que no hacen nada para que sus sueños se hagan realidad. Sueñan despiertos con el día que su vida cambie y cada minuto que pasan solo se aferran más al lugar donde están. Gente que dice buscar a Dios pero se voltea cuando aparece en cada mirada de bondad, en cada gesto de dulzura, en cada necesidad de compasión. Y entre el miedo a vivir y el coraje de levantarse día tras día… estoy yo.

Grito por dentro en el silencio de la noche esperando que un estallido de mi alma retumbe hasta tu ser y te traiga a mí. Pero no deseo estar contigo. Corro hacia tu encuentro a cualquier lugar, a cualquier hora y cuando estoy contigo solo quiero estar lejos de ti. Mientras más te amo, más te odio y mientras más te deseo, mas te a aborrezco. ¿Puedes encender una llama con el frío de tu mirada? ¿Puedes llegar al cielo hundiéndote en el fango de ti misma? ¿Puedes escuchar el sonido de mi corazón a través de los gritos de tu silenciosa desidia?.

Nada me espera en casa al llegar, nada me espera fuera de ella al salir. Miro las estrellas tan brillantes que puedo tocarlas con mi mano y sin embargo están tan lejos… tanto que una vida no alcanzaría para llegar a cualquiera de ellas y regresar para contarte. Mi mente esta en blanco de tanto pensar, de tanto construir un futuro, un futuro que nunca sucederá. Mi alma llora al recordar cada momento de alegría en donde sólo pasó lo que no tenia que suceder. Y entre la inmensidad del cielo y la tierra, se esconde la verdad casi evidente: Me matas cuando estás conmigo pero muero si estoy sin ti. Dulces besos, amargos sentimientos, falso amor, hambre de felicidad. Insana cordura que me hará pasar de ti y regresar de nuevo, una y otra vez hasta que se me pase la vida y desee morir en tus brazos… para descansar de lo que siento.
Dedicado a: Una cachetoncita preciosa